Yo soy tu maestro

Es para mí un privilegio tener la oportunidad de ser su primer profesor de física ahora que inicia con los estudios de esta carrera en la Facultad de Ciencias. Entre muchas cosas, esto me permite recordar la emoción que sentí en mi primer año de clases cuando ingresé a la facultad. No tengo duda de la gran emoción que están experimentando. Cada quien lo sentirá a su manera, pero de que hay una emotividad presente se da por sentado.

Si ya se encuentra listo y decidido para estudiar a fondo lo que llamamos física, es mi deseo empezar mostrándole el principio más básico y fundamental que guía de manera general las pautas en las que cada persona valora su relación con el mundo. Este principio se origina desde la individualidad de cada ser en cuanto a la forma de estructurar las ideas en sus mentes, repercutiendo en la manera en cómo priorizaremos y decidiremos sobre nuestros intereses en conjunto teniendo en cuenta lo que es más relevante para cada quien .

Seguramente, saben de la relevancia que tiene el pisano Galileo Galilei (1564-1624) en el desarrollo de la física. De hecho, él se encuentra nominado dentro de la lista de los 10 físicos más influyentes de la historia de acuerdo a una encuesta realizada entre científicos por la revista Physics World del Institute of Physcis del Reyno Unido, y fue publicada su edición de diciembre de 1999, como parte de una revisión en torno a lo acontecido en esta ciencia al dar inicio del siglo XXI [1]. Galileo fue uno de los actores principales de la Revolución Científica, contribuyendo a la fundación del concepto formal que tenemos de la ciencia hasta la actualidad. Parte de los fundamentos y la actitud epistemológica que caracterizan a la naciente ciencia en el siglo XVII son expuestos por Galileo en su libro Il Saggiatore (El ensayador) de 1623 [2]. En el establece una de sus célebres declaraciones: “La Naturaleza está escrita en lenguaje matemático” [3,4]. Aunque en realidad, el no escri

Las matemáticas son importantes en la mayoría de las áreas, siendo fundamentales para unas y necesarias en otras, por lo que los planes de estudio de muchas carreras incluyen cursos ineludibles de matemáticas. En la UNAM los cursos de matemáticas a nivel universitario cumplen con las condiciones de formalidad y rigor.  Pero en la Facultad de Ciencias, (tal vez ya le hayan contado), las matemáticas que se enseñan son “otro boleto” en comparación con las que se imparten en otras facultades más enfocadas en su aplicación operativa. En Ciencias los cursos tienen otro enfoque, pues se imparten desde sus bases fundamentales. Te lo enseñan a partir de las construcciones axiomáticas de las matemáticas y las desarrollan a través de sus teoremas siguiendo siempre con un rigor lógico. Así, se comienza desde el establecimiento de las estructuras axiomáticas más básicas de los conjuntos y los números. Los conceptos se van construyendo de tal manera que los alumnos deben de desarrollar su capacidad

Aquí quiero hablarles de dos cosas distintas pero que en mi caso tienen una relación especial: una sobre mi primera experiencia con las matemáticas en la Facultad de Ciencias y la otra acerca de lo que en los años 1960’s-1970’s era conocida en las escuelas como “Matemática Moderna” , (evidentemente del pasado). Solamente quiero comenzar dejando en claro que este texto no constituye en ningún momento una apología de la enseñanza de la “Matemática Moderna” , que de hecho fue un fracaso educativo. Pero si deseo comentarle mi caso personal en el que redescubrirlas fue un apoyo muy valioso en mis estudios.